La no forma

No he de pensar mas en todas las formas de decir lo que quiero decir.
Pulsa en mi la necesidad de nombrar todo aquello me cuesta, incluso, permitirme sentir.
Recuerdo la paralisis de mi lengua ante la pregunta "que sentis?"
Pero acaso preciso colocarle palabras para que el sentimiento sea legitimo?

No quiero ser poetica ni autobiografica, talvez simplemente espontanea. Cruda, caotica, intensa,  dramática, extremista. Tan yo, y a la vez, tan personaje. Es rotulo y es disfraz.
Y en la pretension cansada estoy de hacer por y para el otro. El otro que es tanto aquel que tambalea mis bases y ocupa mis pensamientos, como lo es esta platea virtual llena de mascaras desconocidas, personajes caretas, fingidores en potencia. 

Me enferma la cultura de la ostentación.

Me siento avasallada por la resistencia a no acomodarme en ningun lugar para encauzar mis conquistas, me niego a que no pueda encontrar mi propia forma, fiel a todo mi organismo. Una forma que responda sincronicamente al movimiento de mis celulas, que sea amorosa con mis tiempos, mis ciclos, mis impavidas caidas, tan necesarias.

Una forma que represente la esencia... de la no forma.

Pero a veces parece imposible huir de tanta cosa establecida, cuadrada, rigida, meticulosamente estructurada pero que observando detenidamente, esta lleno de fugas. De base, hubo fallas de construcción.  Porque... como se sustenta realmente algo construido sobre los cimientos del desamor?

La tendencia va a ser siempre a caer, tarde o temprano.

Me enloquezco entre tantas ideas, ideologias, ideales. Informacion, que es poder, que se vuelve deber, que se vuelve carga, que se vuelve exigencia.

Y respiro.
Respiro para no entrar en colpaso.
Respiro para encontrarme con el latido de vida, que marca el ritmo de lo que se escapa al control.
Respiro la frescura de la menta del jardin que explota al tacto del rocio;
Respiro, cierro los ojos y me deleito con las caricias tibias de los primeros rayos del sol.
Deseando intensamente poder vivirlo al tiempo propio, sin la sensación de que me corren para llegar a algun lugar y que no tengo genuinamente ese derecho gratuito de gozar lo que es naturalmente mio, y nuestro.

La naturaleza tiene muchas respuestas escondidas entre sus huecos y sus ranuras. En los espacios entre piedras, donde pasa el agua clareando confusiones vegetales y animales. En el espacio entre petalos, que delimitan el diseño de una flor.  En la distancia entre una nube y la montaña, contorneando el infinito. 

Ahi esta escondida... la clave que desvenda el misterio de tanta locura.

Por eso me vengo al medio del bosque, la floresta, la mata. Para hacer silencio y escuchar, como el viento balancea hojas y troncos, y en sus sutiles o abismales diferencias, juntos saben bailar.
Mi salvavidas ha sido cuestionarmelo todo, desde que entendi que algo no estaba funcionando bien en todo este sistema trunco.
A partir del momento en que descubri que tanto en lo que elijo llevar a mi boca como en la forma que digo te amo, hay algo que esta enfermo. Sintiendome tan confusa al no saber ni como enseñarle a vivir a mis hijos o como mirarme a un espejo, sin rechazar el reflejo, o sea, todo esto que soy: que no tiene nombre.





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